¿Tomas Okey o Danone para beber?

28/10/2014 - 12:11 | VSF Justicia Alimentaria Global

Los casos de sobrepeso y obesidad se han disparado en las últimas décadas: el sobrepeso en el estado español afecta al 55% de la población y la obesidad al 17%. Entre la población infantil la pandemia se agrava, uno de cada dos niños (45,5%)  padece sobrepeso u obesidad, encabezando la lista en Europa.

"Presentamos ante AUTOCONTROL las primeras 2 reclamaciones por sendos productos alimentarios infantiles que infringen las normas del código PAOS"

Estamos hablando de cifras alarmantes, de ahí que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya calificado el sobrepeso y la obesidad como el principal problema de salud al que se enfrenta la humanidad, y pida a los gobiernos que piensen en controlar, regular y desincentivar los alimentos ultra procesados.

Si a esto unimos que el principal sistema regulatorio existente en el estado español sobre la publicidad de alimentos y bebidas  dirigida a la población infantil es un sistema de autorregulación, voluntario y promovido por la propia industria alimentaria (el código PAOS) ya tenemos la receta completa para el desastre.Los menores españoles son los segundos que más tiempo pasan frente a la televisión en toda Europa y se calcula que el 20% de la publicidad emitida a lo largo del día es de comida o bebida y se concentra en horario televisivo infantil. El bombardeo de anuncios de caramelos, bollería industrial, bebidas de todo tipo, chocolate y comida rápida aumenta de forma significativa en horario infantil. Los/as niños/as ven una media de 34 anuncios al cabo del día y más de 19.000 anuncios al año.

"La publicidad de los batidos Okey y el nuevo Danone para beber “Loony Tunes”, infringe el código PAOS  que considera la utilización de personajes ficticios como una explotación de la especial confianza de los niños y niñas".

Recordemos que prácticamente todos los países de nuestro entorno  han tomado medidas para proteger a la infancia de la publicidad, especialmente en lo que a alimentación se refiere. En el reino unido desde 2007 existe una normativa estatutaria que prohíbe la publicidad de alimentos poco saludables durante la emisión o inmediatamente antes-después de programas donde la proporción de espectadores menores son al menos un 20% más que la proporción de niños respecto a la población en general. En otros países como Noruega, Austria, Flandes, y Luxemburgo la publicidad está prohibida antes y después de las emisiones infantiles.

Mientras tanto, en el estado español contamos únicamente con el código PAOS que presenta numerosas deficiencias, se trata simplemente de una declaración de intenciones, llena de agujeros e imprecisiones y que además es vulnerado de manera sistemática las empresas que lo suscriben.

"Los alimentos promocionados con personajes de dibujos animados  presentan un perfil nutricional insano, en ambos casos se trata de productos muy altos en azúcares añadidos, más de un 25%".

Ante la situación de descontrol en el ámbito de la publicidad infantil la campaña 25 gramos está realizando una investigación sobre la publicidad dirigida a la población infantil  y ha presentado ante  AUTOCONTROL, las primeras 2 reclamaciones por sendos productos alimentarios infantiles que infringen las normas del código PAOS.Se  trata de los batidos Okey y de los Nuevos Danone para beber “Loony Tunes”, la publicidad de ambos productos infringe al artículo 14 (incluido en la norma VII)  del código PAOS  que considera la utilización de personajes ficticios como una explotación de la especial confianza de los niños y niñas, en concreto el articulo dice lo siguiente:

«En la publicidad de alimentos o bebidas dirigida a menores de hasta 12 años no participarán ni aparecerán personajes especialmente próximos a este público, tales como, por ejemplo, presentadores de programas infantiles, personajes –reales o ficticios– de películas o series de ficción, u otros».

Aún más grave es el hecho de que los alimentos promocionados por estos conocidos personajes de dibujos animados  sean de un perfil nutricional insano, en ambos casos se trata de productos muy altos en azúcares añadidos, más de un 25%! que promueven, cuando su consumo es excesivo, la obesidad y el sobrepeso. 

Aunque el código PAOS no refiere ni uno sólo de sus artículos a la calidad nutricional de los alimentos publicitados es evidente que la publicidad de este tipo de alimentos  contraviene el espíritu mismo del código que  tiene como supuesto objetivo disminuir la prevalencia de obesidad y sobrepeso y sus consecuencias, tanto en el ámbito de la salud pública como en sus repercusiones sociales.