Cocineros y ejecutivos de Monsanto y BASF han ofrecían un pincho de tortilla frente a la puerta del Congreso. Tras la aprobación para cultivo de una patata modificada genéticamente con fines industriales, los transgénicos pueden llegar a contaminar nuestra tortilla. La elección de los consumidores es contundente, prefieren un pincho libre de transgénicos. Esta acción se enmarca dentro de una semana estatal de acciones contra los transgénicos que culminará el sábado con una manifestación en Madrid bajo el lema ”Por una Agricultura y una Alimentación Libres de Transgénicos”
Simulando lo que puede llegar a ser un futuro inmediato si no se le pone freno a los cultivos transgénicos, miembros de la Iniciativa por la Soberanía Alimentaria en Madrid (Veterinarios sin Fronteras, AGIM-COAG, Amigos de la Tierra, CERAI, Comité de Apoyo al MST, Ecologistas en Acción, Mundubat, Red África Europa y SODEPAZ) y la Asociación Vida Sana han dado a elegir frente al Congreso entre un pincho de tortilla de patata ecológica y otra simulando una tortilla de patatas transgénicas. La reacción de la gente no deja lugar a duda, la sociedad no quiere comer transgénicos.
España es el único país de la UE que cultiva transgénicos a gran escala. Su cultivo está desencadenando problemas en el campo y en nuestra alimentación. El 15% de los alimentos que contienen soja o maíz están ya contaminados por transgénicos sin que figure en la etiqueta, según datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria. Y si se implanta el cultivo de patata transgénica, la situación será similar.
Mientras diez países de la UE han limitado el cultivo de transgénicos en su territorio por sus impactos ambientales, las incertidumbres para la salud, y por la imposibilidad de proteger a la agricultura ecológica y convencional de la contaminación genética.
Este acto se enmarca dentro de una semana de acciones contra los transgénicos que se está desarrollando en todo el Estado y que culminará con una manifestación el sábado 17 de abril en Madrid. Todo un conjunto de organizaciones ecologistas, agrarias, de consumidores y muchas otras exigirán al Gobierno que prohíba, de una vez, el cultivo de transgénicos en nuestro país.