Gran paso para prohibir los transgénicos

06/08/2010 | VSF Justicia Alimentaria Global

A diferencia de la declaración de intenciones de las Islas Canarias (donde no es posible penalizar a quien cultive transgénicos en este territorio), el reconocimiento oficial de la Comisión Europea hacia la prohibición que la isla portuguesa de Madeira impone sobre estos cultivos, abre la figura legal para que otras regiones del continente europeo sigan este ejemplo.

Así, se podrían defender los modelos agrarios que se ven amenazados por esta práctica y tomar en cuenta los reparos que existen con respecto a su impacto en la salud y el medio ambiente. Como se sabe, hasta el momento no quedaba más remedio que aceptar imposiciones por parte de la Comisión Europea, la industria o gobiernos como el español.

 
Por ahora, en Europa, más de200 regiones y miles de municipios se han declarado libres de transgénicos, pero sin efectos legales. En el caso de Madeira, se establece la prohibición de introducir y cultivar semillas transgénicas en su territorio, con multas de hasta 44.000 euros para las empresas infractoras. 
 
Las puertas que se abren
En Italia, a pesar de que esta ley prevé arrestos de hasta tres años y multas de hasta 51.700 euros, un agricultor vinculado a la multinacional Monsanto ha sembrado al menos dos parcelas de MON 810 en la región Friuli Venezia Giulia. Es por ello que, el pasado viernes 30 de julio, un grupo de voluntarios de Greenpeace pusieron al campo en cuarentena. Para ello, aislaron y cortaron los penachos (las inflorescencias masculinas del maíz) de las plantas de este campo para parar la liberación del polen que llevaba ya varios días saliendo. Consiguieron neutralizar tres cuartas partes del campo, hasta que las fuerzas del orden les obligaron a abandonar la zona.
 
El Ministerio de agricultura de Francia, bajo la presión de Bayer y del resto de la industria de los transgénicos, ha inscrito el pasado 20 de julio en el catálogo nacional de semillas, dos variedades del maíz transgénico T25. A partir de ahora, esto significa que se podrán cultivar en cualquier estado de la Unión Euroepa (salvo en Austria y Grecia, donde está prohibido), dado que la inscripción en el catálogo de un estado supone la autorización para la siembra en cualquier país de la Union Europea.
 
Por otro lado, Francia ha inscrito en el catálogo otras 30 variedades de MON 810, que no se podrán cultivar en su territorio por la cláusula de salvaguardia pero si en el resto de la UE. Esto, aunque parezca absurdo, demuestra el poder de la industria de los transgénicos.

Todo esto ocurre precisamente en pleno debate político sobre las nuevas normas sobre autorización de transgénicos en la UE, sin que existan aún normas para el cultivo (coexistecnia) y cuando aún está por implementar la petición unánime de los 27 estados miembros sobre normas de evaluación y aprobación más justas.

Finalmente, este 28 de julio, la Unión Europea ha autorizado importación de seis variedades de maíz genéticamente modificado. Estos productos serán utilizados para la fabricación de piensos y en la alimentación, pero no para su cultivo.

La decisión de la Comunidad Europea tuvo que ser tomada de manera unilateral, ya que los países que la conforman no consiguieron una mayoría suficiente de votos ni a favor ni en contra para su autorización. Además, tampoco se logró un acuerdo en el Comité sobre la Cadena Alimentaria de la UE ni tampoco en el Consejo de ministros comunitarios.

Las cinco autorizaciones se dieron para: 

- maíz 1507x59122 de las compañías Dow AgroSciences y Pioneer Hi-Bred
- maíz 59122x1507xNK603 de la compañía Pioneer
- maíz MON88017xMON810 de la compañía Monsanto
- maíz MON89034xNK603 de la compañía Monsanto 
- maíz Bt11xGA21 de la compañía Syngenta

(Con información de Abc.es, Europapress.es, Amigos de la Tierra y Green Peace).

Territorio: 
Europa