Los tipos de tenencia de la tierra que se encuentran de forma habitual en el agro haitiano son:
- Propietario: Es el agricultor que es dueño de su tierra (se calcula que solo un 2% de las tierras haitianas son cultivables, y la gran mayoría de propietarios son hombres).
- Arrendado: Paga una renta para que le permitan producir en una tierra que no es de su propiedad.
- Aparcero: Cultiva las tierras de otro y a cambio le entrega parte de la producción obtenida.
- Agricultor sin tierra: “Invade” propiamente dicho unas tierras sin “dueño” (del Estado, de grandes propietarios ausentes), se apropia de una parte y la pone en producción. Hay una ley que otorga la propiedad de la tierra a este agricultor si al cabo de los 10 años del establecimiento nadie ha reclamado las mismas.
En general, por levantar el límite de las superficies demasiado pequeñas de las parcelas fruto de la parcelación histórica, los campesinos y campesinas implementan estrategias de diversificación: pueden tener tierra que trabajan ellos o arriendan a otros mientras buscan más parcelas para explotarlas como arrendados a aparcero, en parcelas de productos para el autoconsumo y la venta, con una distribución espacial muy dispersa.
Además del minifundismo, el campesinado haitiano se caracteriza por su baja organización, baja capacidad de inversión y de transformación/comercialización de los productos agropecuarios.
Se estima que 75% de los campesinos y campesinas de Haití tienen acceso a la tierra pero se carece de información sobre el tipo de tenencia. Por los datos históricos, político, sociales (repartición de las grandes explotaciones coloniales a jefes militares vencedores de la independencia, grandes explotaciones de exportación durante la ocupación de los EE.UU., ninguna reforma agraria verdadera y sistema familiar de herencia de la tierra en indivisión) y las observaciones, se estima que la propiedad concierne solamente a una pequeña parte de la superficie cultivada por los campesinos y campesinas. El acceso a la tierra (en propiedad) es la principal causa de conflictos en los campos y corresponde a la reivindicación principal de las organizaciones de campesinos en todo el país.
No es sorpresivo, viendo las grandes desigualdades de género existente en el país, que en las cuatro formas habituales existentes en el agro haitiano los hombres son los protagonistas; bien sean propietarios, arrendados, aparceros o agricultores/as sin tierra. Es en esta última tipología donde el porcentaje de mujeres es mucho mayor. No obstante, el papel de las mujeres en el campo es, sin duda alguna, de vital importancia, ya que muchas de ellas se dedican a estas labores, más aun cuando los hombres emigran a las ciudades y son las mujeres quiénes se siguen haciendo cargo de la producción en el campo. Sin embargo, no ostentan prácticamente titulación de tierras, que siguen estando en manos de los hombres.