VSF Justicia Alimentaria Global ha presentado su investigación sobre la importancia de la compra pública en los sistemas alimentarios locales en el VI Congreso Internacional de Agroecología que ha tenido lugar en Vigo este mes de junio. El Congreso, organizado por el Grupo de Investigación en Economía Ecológica y Agroecología de la Universidad de Vigo (GIEEA), tenía como objetivo congregar a personas del ámbito científico, movimientos sociales, empresas y otras comunidades para compartir los procesos de innovación social, política e institucional en los que diferentes entidades están inmersas y contribuir al cambio hacia un nuevo sistema agroalimentario que responda adecuadamente a los problemas impostergables del cambio climático y del hambre.
Durante la comparecencia de VSF Justicia Alimentaria Global se ha presentado la compra pública como una oportunidad para revitalizar los sistemas alimentarios locales y acabar con un tipo de alimentación altamente procesada, de larga distancia y servida por grandes empresas de catering a otra basada en una alimentación de proximidad, ecológica, producida por el campesinado familiar y con una relación mucho más estrecha entre quien produce los alimentos y quien los consume. Teniendo en cuenta que en el Estado español se dedican entre 2.000 y 3.000 millones de euros anuales a la compra pública alimentaria, por lo que la compra y contratación de productos y servicios no solamente debe tener en cuenta el precio de adquisición sino que deben tomarse en consideración otros criterios como son las consecuencias económicas, sociales y ambientales de cada una de las operaciones que se llevan a cabo por parte de la administración pública.
Actualmente, en un porcentaje cercano al 70 %, los alimentos servidos por las grandes empresas de catering provienen de mayoristas y solamente el 10 % de media se compra directamente al sector primario. No es un hecho exclusivo de la compra pública, ya que en el Estado español la compra directa al campesinado está muy lejos de otros países del entorno como Francia, Italia, Chequia, Hungría y Polonia dónde el porcentaje de granjas que realiza venta directa ronda el 18 %. “En el Estado español el porcentaje se sitúa en el 0,3 % y eso significa que el potencial de crecimiento de estos canales es enorme y que la compra pública puede y debe ser un motor importante para conseguirlo”, ha destacado durante el Congreso Irina Tasias, coordinadora de comunicación de VSF Justicia Alimentaria Global.
Revitalización de la economía local, pero también ventajas sociales y ambientales
Los mercados alimentarios locales actúan de catalizadores de la economía local y pueden suponer unos precios más justos tanto para las personas consumidoras como para las productoras, generar empleo de forma directa e indirecta, dinamizar el territorio y poner en valor el entorno rural, pero también tienen grandes ventajas sociales y medioambientales que deben tenerse en cuenta. Por un lado, se incrementa la calidad nutritiva de los alimentos y se reducen los efectos negativos para el medio ambiente (no utilización de pesticidas, no alimentos kilométricos, reducción de envases, etc). En el caso de las escuelas, es importante para el alumnado el valor pedagógico añadido de conocer el territorio, lo que allí se produce, la recuperación de la cultura gastronómica local y la temporada de los alimentos. Por otro lado, como buena parte de los productos que se consumen en la restauración colectiva se producen en países lejanos orientados a la producción masiva y de exportación, el hecho de potenciar la agricultura local permitiría una reducción del hambre y la pobreza en el mundo porque los beneficios revertirían en la propia comunidad.
No obstante, para que realmente este cambio pueda darse es necesario voluntad política y que la administración pública defina claramente el tipo de sistema alimentario y económico que quiere potenciar. En este sentido, Irina Tasias ha demandado que “se asuma un compromiso por parte de las diferentes administraciones públicas -estatal, autonómica y local- y que cada una de ellas, en los sectores que le competa, apueste de manera clara por la incorporación de alimentos de proximidad, ecológicos y de producción familiar en las compras públicas alimentarias”. Asimismo, ha comentado que también es necesario la creación de estructuras de gobernanza alimentaria o “consejos alimentarios” con la participación de AMPAS, asociaciones de productores, consumidores…etc, para la asesoría, promoción, formación y elaboración de planes específicos para poner en práctica de una forma eficiente y viable este cambio en las compras.