La empresa de la familia Besnier, Lactalis, ha comprado la división “láctea” de Ebro Puleva. Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol. La promiscuidad de las corporaciones transnacionales es un hecho muy contrastado. Pero resulta sorprendente que los oligopolios y los “cárteles” empresariales sobre un determinado sector se permitan sin
complejos. Es más, que se insulte a la inteligencia de la población y, especialmente, de los/as ganaderos/as. Un ejemplo de ello está en las declaraciones del mencionado
grupo lácteo francés, cuando dice que espera que “la adquisición de Puleva Foods no genere problemas con las autoridades de competencia europeas, al tratarse España
de un mercado «extraordinariamente» atomizado”. Evidentemente no generará problemas porque el Tribunal Constitucional autorizará, como casi siempre hace, los
oligopolios. ¿Pero realmente el mercado de la leche en España es de una atomización extrema? Veamos.
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Estado Español
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