Desde Ecologistas en Acción, la COAG y Plataforma Rural hemos elaborado un tríptico informativo que pone de manifiesto la necesidad e importancia de un cambio de rumbo en la Política Agraria Común (PAC). mA continuación, una degustación de las principales ideas, para más información descarga el PDF dónde encontrarás el tríptico y difúndelo entre tus contactos.Descargar PDF
Un poco de recorrido histórico… La PAC es la primera política unitaria de la Unión Europea (desde 1962), y aún hoy supone el 40% de su presupuesto total. En la Europa de posguerra, sus objetivos iniciales fueron incrementar la productividad agraria y garantizar el autoabastecimiento de la UE a precios razonables para el consumo.
Para ello establecía tres principios básicos: un mercado único agrario; preferencia comunitaria para las producciones de la UE; y solidaridad financiera entre Estados miembros.
En estos 50 años, la UE se ha convertido en una potencia exportadora, gracias a las subvenciones, y al mismo tiempo importadora, en ambos casos por debajo de los costes de producción. Lo cual arruina la agricultura campesina en los países de origen y destino. Las sucesivas reformas de la PAC han acompañado a las negociaciones en el marco de la Organización Mundial del Comercio, suprimiendo la protección de las producciones locales.
A partir de la Agenda 2000 de la UE (1997), el 1º Pilar de la PAC (80% del presupuesto total en 2008) apoya una mayor intensificación de la agricultura, lo cual genera una mayor dependencia y endeudamiento de las explotaciones, la reducción y la precarización del empleo agrario, y mayores daños ambientales. E introduce un 2º Pilar (20% del presupuesto) que subvenciona el abandono de tierras y el cambio de actividad, y en menor medida intenta compatibilizar la actividad agraria con el medio ambiente. ¿Le encuentras el sentido?
La PAC ha fomentado el crecimiento en detrimento de la calidad de los alimentos, causando impactos ambientales crecientes y la desaparición de millones de explotaciones: aquellas más pequeñas, que generaban empleo familiar y economías locales, que aprovechaban los recursos locales y conservaban la agrobiodiversidad. Por contra, los ingresos de las grandes empresas agroindustriales y de las proveedoras de insumos (semillas, fertilizantes, pesticidas, etc.) no han parado de crecer.
Y ahora, nuestras propuestas para una PAC justa y Sostenible…
Modelo familiar y agroecológico. Alimentos saludables y de producción sostenible, procedentes de la agricultura social y campesina, de la ganadería extensiva y de la producción ecológica. Reducir el consumo de carne.
Agricultura local y campesina. Precios justos y seguros para quien produce y quien consume los alimentos, que permitan una renta justa para los/as campesinos/as europeos/as y de todo el planeta. Políticas de transparencia en la formación de los precios y Canales Cortos de Comercialización.
Soberanía alimentaria y energética: orientar las producciones a la demanda interna real. Control de las importaciones y exportaciones sobre la base de criterios de justicia, sociales, sostenibilidad ambiental y de seguridad y calidad alimentarias.
Mercado justo y sostenible: instrumentos de regulación del mercado que pongan fin a la especulación alimentaria y la volatilidad de los precios, y el abuso de poder de la agroindustria y la distribución.
Agricultura sin transgénicos: prohibición del cultivo, transformación y comercialización de transgénicos y fomento de las semillas y razas ganaderas tradicionales, de mayor calidad y más adaptadas al medio.
Agricultura para alimentar: Suspender el apoyo a los cultivos energéticos industriales. Retirar la agricultura de las negociaciones comerciales globales de los mercados especulativos y financieros:
¡La alimentación es un derecho, no una mercancía!