Más allá de los límites de la Tierra

15/10/2010 | VSF Justicia Alimentaria Global

El consumo de recursos de manera irracional destruye bastas extensiones de bosques, praderas, desiertos, manglares, arrecifes, selvas, y la calidad de los mares del mundo. Al impacto de un determinado estilo de vida comparado con la biocapacidad del planeta se le conoce como huella ecológica. 

El “Informe Planeta Vivo 2010”, elaborado por WWF y publicado recientemente, analiza la situación de la biodiversidad global y mide la demanda de la población sobre los recursos naturales de la Tierra. Las principales conclusiones de la octava edición de este exhaustivo estudio son que la salud de los ecosistemas ha disminuido un 30 por ciento y que la huella ecológica se ha duplicado. 

El informe nos desgrana la huella ecológica planetaria, por sectores y países. Ya saben, aquello de “cuantos planetas necesitamos si seguimos con el ritmo de “desarrollo” actual”. La cosa va mal, cada vez necesitamos más planetas para mantener el ritmo, ahora nos servimos de casi dos mundos. El estado español sigue aumentando su huella y ya estamos en el puesto 19 a nivel mundial. Pero hay un sector en el que estamos en el 4 puesto. Casi medalla. Se trata de la superficie que utilizamos para obtener los alimentos que consumimos. Nuestra agroindustria sigue devorando recursos y personas. 

Se ha apostado por un sistema de producción agroalimentaria intensivo, con una demanda desbordada de recursos y con un efecto social, si cabe, aún más lamentable: la desaparición del campesinado familiar, de pequeña escala, diversificado y de prácticas agroecológicas. Nos comemos, literalmente, al planeta y al campesinado.

Otro aspecto analizado en el informe es la relación entre la huella ecológica con el desarrollo económico de los países. Los países con mayores ingresos tienen una Huella tres veces mayor que los países de ingresos medios, y cinco veces mayor que los de bajos ingresos. Y, además, el impacto de la degradación ambiental y la pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos (beneficios que se obtienen de la biodiversidad) se deja notar en la población más pobre y vulnerable.

Resulta imprescindible un cambio en el modelo energético y de vida actual si no queremos vivir más allá de los límites de la tierra. 

Territorio: 
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