El Frente de Resistencia Popular en el Aguán ha denunciado que esta semana fueron detenidas dos personas pertenecientes al Movimiento Unificado Campesino del Aguán. Ellos son el joven Salvador Flores y el menor de edad Olvin Rivas, capturados en la comunidad de Las Pilas, municipio de Trujillo.
Según relatan, ambos fueron capturados por la policía de la comunidad de Ilanga, para luego ser trasladados a Tocoa por policías del municipio de Trujillo. Luego, fueron llevados al puerto de Trujillo.
La versión del Frente de Resistencia de Aguán es que los jóvenes se encontraban comprando víveres en una pulpería, pero la policía los acusa de asociación ilícita y posesión de armas. Por los mismos cargos sigue detenido el dirigente campesino Denis Ramos, mientras su abogado, Mario Portillo, está bajo medidas cautelares y sin posibilidades de movilizarse fuera del departamento.
Por otro lado, el 1 de agosto, familiares de Denis Ramos, que fueron a visitarle al presidio trujillano, fueron constantemente perseguidos por dos vehículos que previamente estaban ubicados con miembros de la Dirección General de Investigación Criminal.
Basados en estos antecedentes y muchos otros, el Frente de Resistencia de Aguán denuncia que los campesinos de Honduras están siendo constantemente objeto de persecuciones.
Más atentados
En lo poco que va de agosto, más ataques han sido perpetrados, como el que ocurrió el domingo contra Walter Maradiaga, del Centro de Noticias de Colón CNC, que fue atacado por dos individuos con puñal en mano mientras intentaba desplazarse en motocicleta. Actualmente, Maradiaga se encuentra recuperándose en un hospital de Tocoa.
Por su parte, Feministas en Resistencia denuncia que este martes 3 de agosto fue violentado el campus de la Universidad Autónoma de Honduras por policías y militares, desalojando a sindicalistas de esta institución y a estudiantes, quienes mantenían una huelga de hambre desde hace 85 días. La acción se llevó a cabo contra huelguistas y docentes, utilizándose disparos, gases lacrimógenos y violencia física, desatándose una “guerra campal” en el centro de estudios.
La organización Feministas en Resistencia señala que la acción contó con el aval de algunas autoridades universitarias. En estos momentos, se reportan heridos, una estudiante desaparecida, decenas de intoxicados por gases y estudiantes y sindicalistas detenidos. Ante estos hechos, las víctimas y organizaciones de Honduras exigen al Gobierno hondureño que acabe con esta ola represiva.