“La Soberanía Alimentaria a través de las artes escénicas y el debate en la Educación Formal” es el nuevo proyecto de VSF Justicia Alimentaria Global que se llevará a cabo este curso (2017-2018) en los Centros de Educación Permanente de Adultos (CEPER) de Málaga para reflexionar sobre el sistema de producción alimentaria y sus consecuencias sociales, ambientales y económicas.
En total, participaran seis centros de educación para adultos (La Palma, San Andrés, Puerto de la Torre, Ciudad Jardín, Campanillas y Casabermeja) y el alumnado, de perfil diverso, se sitúa entre los 18 y 70 años. Sin embargo, mayoritariamente los grupos están conformados por mujeres de más de 50 años.
En los talleres se trabaja con diferentes materiales para entender qué hay detrás de la alimentación y buscar alternativas para alimentarnos de forma sana y sostenible y cómo se puede construir otro modelo de consumo más justo y responsable. Los principales objetivos del proyecto son los siguientes:
- Descubrir las problemáticas sociales, ambientales y de salud que rodean el modelo agroindustrial de producción, distribución y consumo de alimentos
- Relacionar la problemática con el estilo de vida de nuestra sociedad y crear una visión crítica al respecto
- Construir alternativas reales que promuevan una alimentación saludable, justa y sostenible y que puedan llevar a cabo en su vida cotidiana
- Visibilizar el papel de las mujeres como elemento fundamental para la consecución de la soberanía alimentaria.
La creatividad cómo metodología de trabajo
El trabajo en el aula se caracteriza por el uso de metodologías activas que parten de las experiencias y conocimientos del alumnado para hacerlas partícipes de manera vivencial en los temas planteados con el fin de que puedan vincularlos con su vida cotidiana. Para ello, se plantean dinámicas participativas utilizando herramientas lúdico-didácticas; audiovisuales, construcción de marionetas y máscaras o escenografía enlazando el contenido teórico con la creatividad. El taller comienza con juegos más teóricos y se trabajan contenidos de nuestras campañas ‘25 Gramos’ y ‘Dame Veneno’ y acaba con una sesión artística y creativa en la cual se descubren los intríngulis del sistema agroalimentario y las alternativas se proponen desde el paradigma de la soberanía alimentaria.
Las reacciones del alumnado durante los talleres son muy diversas y van cambiando a lo largo de cada sesión. En la primera parte, se hace un juego que atrae su curiosidad de saber más sobre alimentación procesada y según van conociendo qué hay detrás del tipo de producción industrial las emociones cambian hacia el enfado o la impotencia. Al hablar de las alternativas existentes de alimentación sana, vuelven a ilusionarse con la idea de que hay opciones para alimentarse bien y de forma sostenible y son conscientes que para que sea posible el cambio global y solo individual hace falta incidir a nivel político y social. "Me llevo las sensaciones de ilusión, curiosidad y agradecimiento de cada sesión. El alumnado agradece tener información crítica relacionada con la alimentación y me hacen muchas preguntas. El debate se genera de forma espontánea y ahí me doy cuenta de que es un tema que a todo el mundo le interesa", comenta Claudia Meza, técnica de Educación de VSF Justicia Alimentaria Global.
