El próximo sábado 21 de mayo se celebra el Día Mundial Contra Monsanto organizado por movimientos sociales, organizaciones y campesinos y campesinas. Las marchas, desplegadas por más de 400 ciudades de todo el mundo, pretenden denunciar los peligros sociales y ambientales que provoca la empresa estadounidense símbolo del agronegocio.
La lógica del sistema alimentario actual promueve que los derechos fundamentales de las personas se encuentren sometidos las grandes corporaciones alimentarias que controlan el acceso a las semillas, al agua y a la tierra. Desde VSF Justicia Alimentaria Global denunciamos este modelo agroindustrial basado en la producción intensiva de alimentos que depende de pesticidas y transgénicos. Este modelo de producción, consumo y comercialización conlleva la desaparición de la agricultura familiar, eleva el nivel de contaminación con agroquímicos, ayuda a acelerar el cambio climático y hace desaparecer la biodiversidad agraria.
¿Otro modelo alimentario es posible?
Las organizaciones que luchamos para conseguir un modelo basado en la soberanía alimentaria defendemos una agricultura campesina, ecológica y de proximidad, al servicio de las personas y respetuosa con los ciclos naturales del campo, que sea justa con el campesinado, dignifique las comunidades rurales, y ofrezca al consumidor un alimento sano, justo y de temporada.
Apostamos por un medio rural vivo, y por el cultivo de semillas libres de modificaciones genéticas, autóctonas y sin patentes porque creemos en la importancia de tener acceso a alimentos saludables. Para ello, defendemos el derecho del campesinado a poseer la tierra que trabaja, a tener acceso a agua, bosques y a la preservación de la biodiversidad.