La campaña No al TTIP, CETA, TISA, coalición que aglutina a más de 350 organizaciones sociales, sindicales y políticas de todo el Estado, lamenta profundamente el resultado de la votación de esta mañana en el Congreso de Diputados donde se ha dado luz verde a la ratificación del acuerdo económico y comercial entre la Unión Europea y Canadá, el CETA. Pese a este apoyo, la sociedad civil espera que este tratado sea rechazado en alguno de los parlamentos nacionales y regionales de la UE donde deberá ser ratificado.
La ratificación del CETA, que ha contado con el voto a favor de los diputados y las diputadas de los grupos Partido Popular, Ciudadanos, Partido Democrático de Catalunya, y Partido Nacionalista Vasco, significa despejar parcialmente el camino de la puesta en marcha de un tratado comercial y de inversión que, en caso de que llegue a entrar en vigor, pondrá en riesgo conquistas sociales y ambientales y supondrá una pérdida de soberanía.
“Hoy pierde la ciudadanía y gana un modelo de globalización que desregula y da más poder a las grandes corporaciones” ha declarado Miguel Ángel Soto, portavoz de la campaña No al TTIP, CETA, TiSA. “Pero la oposición al CETA está aumentando a ambos lados del Atlántico a medida que la ciudadanía está conociendo detalles del texto y cómo éste afecta a su salud, sus derechos y la protección del medio ambiente”.
Numerosos estudios avalan que estos tratados no mejorarán los niveles de empleo y supondrán graves problemas para las PyMEs, así como impedirán luchar de manera efectiva contra el cambio climático y contra la pérdida de biodiversidad del planeta.
El CETA, además, no incluye un capítulo sobre medidas concretas de apoyo a las PyMEs, a las que el Comité Económico y Social Europeo ven perjudicadas ya que estima que este tipo de acuerdos favorece la expansión de las grandes empresas.
Este acuerdo no prevé sistemas de control y sanción efectiva por el incumplimiento de las obligaciones relativas a los derechos laborales; los convenios colectivos se verán seriamente perjudicados por los mecanismos de resolución de controversias entre inversores y Estados, como de hecho ya ha sucedido en otros acuerdos en vigor; la excelencia que para el mundo agrario supone las Denominaciones de Origen Protegidas y las Indicaciones Geográficas Protegidas se verá claramente perjudicada al solo reconocerse el 10% de ellas.
“A pesar de este tropiezo, desde la Campaña queremos manifestar que no vamos a bajar la guardia. La mayoría de parlamentos nacionales, federales y regionales de la Unión Europea no se han pronunciado aún. Estaremos trabajando codo con codo con la campaña europea para hacer descarrilar el CETA” ha declarado Alberto Martínez, portavoz de la campaña.