Cuatro años después del golpe militar que destituyó al presidente elegido democráticamente, Manuel Zelaya, los hondureños tienen una oportunidad con las elecciones del 24 de noviembre para restaurar la democracia en el país. Hay mucho en juego: Honduras puede seguir recreándose en la inestabilidad, violencia y represión, o tendrá la oportunidad de luchar para restablecer la democracia y construir una economía viable.
Ante esta situación de inestabilidad y de vulneración de los DD.HH que se vive en Honduras desde hace ya cuatro años, se constituye el Observatorio de seguimiento de los Derechos Humanos en Honduras para respaldar moral y materialmente el proceso y a los/as candidatos/as a Ayuntamientos, Diputados al Congreso Nacional y Presidencia de la República que asumen un compromiso claro con las demandas del movimiento campesino y de la mayoría de los/as hondureños/as.
VSF Justicia Alimentaria Global, forma parte de la delegación de observación de DD.HH. por unas elecciones limpias en Honduras
Representantes de VSF Justicia Alimentaria Global se han sumado a la delegación de observación mencionada con la idea de apoyar las acciones encaminadas a una libre, segura y limpia realización de las elecciones en el país centroamericano. Básicamente, los objetivos de las conformacióndel Observatorio son: visualizar las vulneraciones de DDHH en los últimos 4 años, y aportar acompañamiento en la jornada electoral.
A la finalización se elaborara un informe con todos los relatos obtenidos, y se presentara ante diferentes instituciones y agentes estatales y europeos.
Contexto en Honduras: el golpe de estado
La crisis del 2009 vino marcada en gran medida por los desajustes sociales existentes, provocados por el sistema neoliberal que fue agrandando la brecha entre la población más rica y la más pobre. El 70% de la población vive en Honduras bajo la línea de la pobreza y el 20% de la población más rica acumula el 60% de la riqueza. Las medidas que se tomaban por parte de los gobiernos no hacían más que aumentar la brecha. Con la llegada del presidenteManuel Zelaya comienzan a implantarse medidas las cuales se encaminaron a disminuir las desigualdades sociales.
Desde 1982 al 2009 Honduras vivió una época “tranquila” y “democrática” con una subordinación total a EEUU que utiliza eel país como anclaje al creciente movimiento nicaragüense.
En el 2009, el entonces presidente Manuel Zelaya no contaba ni con el apoyo de los militares ni del poder judicial, únicamente un débil movimiento social respaldaba al gobernante. Este aspecto es aprovechado para dar el golpe de estado. Los golpistas pensaban que con este hecho derrocarían al gobernante y con él al pequeño movimiento que le apoyaba. Nada más lejos de la realidad, el efecto causó el golpe ha sido el nacimiento de un movimiento social más fuerte.
Tras el Golpe de Estado militar de Junio de 2009, apoyado por la oligarquía hondureña y los partidos políticos tradicionales que puso fin al Gobierno democrático de Manuel Zelaya, se generó un movimiento de resistencia popular como nunca antes había sucedido en la historia política de este país.Como respuesta democrática a esta violación de los derechos constitucionales de los/as hondureños/as surgieron el Frente Nacional de Resistencia Popular (FRP) y posteriormente el partido político Libertad y Refundación (LIBRE) y otras expresiones políticas que apuntan a un fin del clásico bipartidismo en el país.
Desde el primer momento y a lo largo estos últimos cuatro años el movimiento campesino ha sido un referente indiscutible en la lucha por las libertades y la defensa de los DHH en el país. Como consecuencia de ello, 113 campesinos/as en la lucha por la tierra han sido asesinados/as, 3.061 han ido a la cárcel y son múltiples las amenazas de muerte realizadas contra los/as líderes de La Vía Campesina y las organizaciones que la integran, así como también con otras personas dirigentes de los movimientos sociales, periodistas, defensores/as de DDHH, sindicalistas, etc.
Así que, se trata de unas elecciones especialmente importantes para el país centroamericano. Con esta votación presidencial se abre la posibilidad de dejar atrás el golpe de Estado e iniciar un proceso constituyente que restituya la democracia y transite hacia un escenario de justicia social.
El proceso electoral del 24 de noviembre del 2013 tiene que implicar una transición hacia un estado democrático.
