La primera ola de calor de este verano ha hecho su aparición y, como cada año, las autoridades sanitarias recomiendan protegerse del sol, refrescarse y mantener una buena hidratación; pero ¿qué significa hidratarse bien? Esta es la pregunta que Justicia Alimentaria, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) y su federación en Madrid, la FAPA Francisco Giner de los Ríos,han querido responder a través de este nuevo vídeo educativo en el que se visibilizan las opciones más saludables y naturales para mantener una buena hidratación, y que se contraponen a las opciones procesadas y edulcoradas que ofrece la industria de bebidas.
En estas fechas, es habitual que los termómetros registren temperaturas extremas. Por ello, es vital tomar precauciones para evitar los efectos de la deshidratación corporal, especialmente en bebés, niñas y niños y personas de avanzada edad, considerados como los colectivos más vulnerables. Se pueden observar algunos indicios de deshidratación a partir de síntomas como la sequedad en la boca, el cansancio, dolores de cabeza, debilidad muscular, incluso mareos o desmayos si la deshidratación se produce de manera más aguda. Para combatir estos síntomas, la principal fuente de hidratación debe ser siempre el agua. Sin embargo, es muy común que niñas, niños y jóvenes recurran diariamente a bebidas azucaradas y aromatizadas —como refrescos, zumos industriales o bebidas energéticas— para calmar la sed, a pesar de que no son recomendables para su salud.
«Azúcar, colorante E-150d, acidulante, ácido fosfórico, cafeína… son algunos de los ingredientes ocultos en las bebidas industriales. Su consumo frecuente favorece la aparición de sobrepeso, obesidad, diabetes tipo II y problemas dentales. Las opciones “light”, “zero” o “sin” no se recomiendan de igual modo, pues siguen generando una mayor apetencia por los alimentos dulces», sostiene Tamara Montero, coordinadora de Justicia Alimentaria Madrid.
Las campañas de marketing y publicidad de bebidas industriales vinculan este tipo de productos altamente procesados e insanos con sensaciones refrescantes y momentos divertidos, induciendo a su consumo a niñas, niños y jóvenes. Este colectivo, más vulnerable ante los mensajes publicitarios, representa un gran interés para la industria de bebidas, que los considera como un gran objetivo o target de sus estrategias de venta.
Según la Organización Mundial de la Salud, para contrarrestar los argumentos de la industria, es imprescindible la implicación de las Administraciones públicas, a través de programas de promoción de la salud y prevención de enfermedades, medidas fiscales que desincentiven el consumo de este tipo de productos insanos, así como programas educativos y de sensibilización dirigidos a la población.
Con este vídeo, incluido en la campaña Alimentar es educar, las organizaciones implicadas pretenden mostrar la importancia de enseñar a la infancia a mantener unos hábitos de vida saludables, entre los que se encuentran una buena alimentación y una correcta hidratación, basada en la ingesta de verduras y hortalizas frescas, tomar fruta de temporada, la posibilidad de elaborar bebidas, granizados y helados caseros y saludables sin azúcar y, sobre todo, beber mucha agua.