Tal y como reconoce el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) de la FAO, la mayor parte de la alimentación pasa por los mercados territoriales, de hecho, solo entre un 10-12% de la producción pasa por mercados internacionales. Estos mercados contribuyen de manera más directa a la economía local, ya que el campesinado se queda con la mayor parte del precio del producto. Además, sirven como plataforma central de intercambios sociales y culturales y garantizan un producto fresco y de calidad entre la población, lo que contribuye a la seguridad y soberanía alimentaria de los territorios.
En esta línea, Justicia Alimentaria, fruto de la intervención con organizaciones afines y aliadas estratégicas de la Via Campesina, CNCR, FONGS y UJAK, y tomando por referencia la propuesta de la Sociedad civil en el Mecanismo de Participación del Comité de Seguridad Alimentaria de la FAO: Conectando a los pequeños productores a los mercados territoriales, se ha iniciado en Senegal una acción centrada en mercados territoriales para generar e intercambiar conocimiento sobre el funcionamiento de los mercados que permitirá el desarrollo de cadenas de valor alimentarias sostenibles bajo un enfoque territorial.
Estos mercados territoriales tienen un enorme potencial en términos de la seguridad alimentaria y nutricional y de ocupación de las mujeres, pero están poco estudiados y las cifras sobre la cantidad de productos que transitan por ellos no están disponibles. Su importancia se ha subestimado en las políticas de desarrollo del país durante tiempo, aunque existe actualmente un interés creciente por su desarrollo.
La idea principal de la acción de Justicia Alimentaria en Senegal es la puesta en marcha de una herramienta de análisis del funcionamiento de los mercados territoriales a partir de la creación de un dispositivo de seguimiento integrado por los actores presentes a lo largo de la cadena alimentaria (producción, transformación, transporte, venta, consumo) a nivel regional (Saint Louis) y nacional (Dakar). El dispositivo multi-actor está pensando desde la óptica de gestión colectiva y con la participación activa del campesinado. Las informaciones recogidas a nivel del trabajo del dispositivo tienen que servir para avanzar en la democratización de los mercados para una mayor planificación de la producción y redistribución de ingresos procedentes de la venta-consumo de la producción local; en definitiva, para mejorar el vínculo entre agricultura familiar y mercados territoriales.
Este enfoque permite que el campesinado tome el control y sea protagonista de los procesos de producción, transformación, comercialización y consumo, siendo los mercados territoriales una pequeña oportunidad de garantía para el sector productivo campesino, así como una manera de valorizar los productos locales ante el consumo (consumir local).
La acción de Justicia Alimentaria llevada a cabo con las tres organizaciones aliadas responde al compromiso político compartido de promover iniciativas a favor de sistemas alimentarios locales, inclusivos y sostenibles desde un enfoque de género, territorial y nutricional. Y pone de relieve la importancia de preservar la producción local ante contextos de crisis globales, como la vivida por la COVID19, que es la garante de alimentar a sus poblaciones.
Juntas #SomosJusticiaAlimentaria