La Comisión Europea (CE) ha contestado vía correo electrónico a las denuncias de VSF y ha ratificado que “la información alimentaria no debe inducir a error, en particular en cuanto a las características de un tipo de alimento, lo que incluye su naturaleza, identidad, cualidades o composición, o atribuyéndole efectos o propiedades que no posea”. El pasado mes de mayo, VSF dirigió una carta a la Comisión Europea para denunciar que la publicidad del producto de bollería industrial dirigido al público infantil KEKOS, del grupo empresarial BIMBO incumplía la legislación comunitaria.
Dicho producto utiliza la declaración "divertidamente saludables" para acompañar su publicidad cuando su perfil nutricional es claramente desequilibrado y contiene un 22% de azúcares añadidos. En este sentido, en la carta de la CE se establece claramente que en los productos alimenticios comercializados en el mercado de la UE solamente pueden figurar las declaraciones de propiedades saludables autorizadas. Por otro lado, la CE recuerda que “los Estados miembros son los responsables de supervisar y verificar que los explotadores de empresas alimentarias cumplen los requisitos pertinentes de la legislación alimentaria”, por lo que el Estado español habría faltado a su responsabilidad.
La omisión del deber de vigilancia
La Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial (Autocontrol) ya había establecido que la publicidad de los KEKOS de BIMBO podría estar incumpliendo la legislación comunitaria. No obstante, como sus resoluciones no son vinculantes el grupo BIMBO optó por no retirar su anuncio. Lo más grave es que el Ministerio de Sanidad ha reafirmado en distintas ocasiones que los mecanismos de control publicitario de la propia industria funcionan correctamente y no hace falta implementar un modelo de regulación pública de la publicidad como tienen otros países de la UE.
La posibilidad de las empresas de someterse o no a dichas normas demuestra que este instrumento voluntario es del todo insuficiente y no protege los derechos de las niñas y los niños. La Comisión ratifica nuestra posición y el hecho que se trata de una omisión del deber de vigilancia por parte de la administración pública. Por este motivo, reclamamos nuevamente a la administración del Estado que no deje en manos de la industria el control de la publicidad dirigida al público infantil y que regule al respecto.
Suma y sigue
La falta de control conlleva que los casos de publicidad engañosa sean una constante en el Estado español. Uno de los últimos casos de engaños publicitarios ha sido lanzado por Grupo Panrico que ha empezado a comercializar el Bollycao VAP’S, un producto de bollería industrial que lanza el siguiente mensaje: “VAP’S tan buenos, tan sanos”. En su operación de marketing se presenta como el primer bizcocho horneado al vapor, que contiene el 50% de la cantidad diaria recomendada de hierro y el 20% de leche, pero lo que en realidad esconde es que por cada 100 gramos contiene un 29% de azúcares añadidos, es decir, el equivalente a 3 sobres.Es alarmante que se permita que el reclamo de este producto de bollería industrial sean unas propiedades saludables inexistentes, que esté avalado por la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) y que ningún organismo público vele por los derechos de los ciudadanos en materia de alimentación.