‘Escuela de AMPAS de Alimentación Sostenible’. Así es como se llama esta iniciativa impulsada por Justicia Alimentaria Valencia en más de 35 centros. En colaboración con la Confederación de AMPAS Gonzalo Anaya, el objetivo no es otro que el de sensibilizar a las familias sobre la necesidad de llevar a cabo una alimentación sana y sostenible y que esto se traslade también a los menús de las escuelas.
Tras un año de trabajo, la respuesta de las familias y de la comunidad ha sido un éxito y ha resuelto en los centros dónde se ha llevado a cabo la necesidad de estar formado e informado sobre uno de los pilares fundamentales de la infancia: la alimentación. Marta Ribó, coordinadora de la delegación de Valencia e impulsora del proyecto, ha destacado que “hemos intentado plantar una semilla para que las familias pongan la alimentación en el centro de sus vidas”. En la escuela de formación las familias han trabajado las consecuencias del modelo alimentario actual tanto a nivel individual como lo que puede suponer la compra pública alimentaria de toda la comunidad educativa a todos los niveles: social, económico y ambiental.
“Se debate, se piensa, se reflexiona y se proponen alternativas para trabajar en la escuela la alimentación escolar y trata de empoderar a las AMPAS en todo lo relacionado con esta temática”. Así de claro lo deja su impulsora y destaca que, además, es importante reflexionar en el seno de la comunidad educativa sobre la implicación que tiene nuestro modelo de consumo sobre la salud y el territorio. Considera que no es lo mismo consumir alimentos procesados que contienen ingredientes ocultos que tienen impacto en nuestra salud como pueden ser: azúcares añadidos, grasas saturadas y sal que basar nuestra alimentación en productos frescos y de proximidad. Esta iniciativa cuenta también con talleres para la elaboración de recetas saludables y de temporada, consejos y trucos para preparar meriendas y desayunos saludables u opciones prácticas de cocina.
Sobre la alimentación de los comedores escolares, más allá de concienciar sobre la necesidad de conocer el tipo de producto que se ofrece, cómo se elabora o quién lo gestiona; se han impulsado iniciativas para desarrollar cambios reales en los menús de los centros. Para lograrlo se ha hecho un análisis del menú escolar y se han establecido propuestas de mejora para que en su elaboración se tengan en cuenta criterios de sostenibilidad social, ambiental y de salud y no solo criterios económicos. Sin embargo, uno de los retos más importantes ha sido desarrollar un espacio de diálogo entre AMPAS, equipos directivos de los centros y empresas gestoras para llevar estas propuestas a la práctica.