· Una coalición de más de 300 representantes de la sociedad civil y de los ámbitos cultural, jurídico, académico y periodístico han entregado hoy una carta llamando a los grupos parlamentarios a no ratificar el tratado comercial con Canadá (CETA) al no estar al servicio del interés público.
· Entre las primeras firmas están las de los secretarios generales de UGT (Pepe Álvarez), CCOO (Ignacio Fernández Toxo), COAG (Miguel Blanco Suaña), Sindicato Labrego Galego (Isabel Vilalba Seivane), CGT (José Manuel Muñoz Póliz), la USO (Julio Salazar), ELA (Adolfo “Txiki” Muñoz), el SAT (Óscar Reina Gómez), la secretaria general de FACUA (Olga Ruiz) y Ana Etchenique, vicepresidenta de CECU.
· También la han firmado Ignacio González, portavoz de Jueces para la Democracia, la vocal del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona, Blanca Padrós y el ex juez Baltasar Garzón, académicos como Lina Gálvez, Carlos Berzosa, Marina Subirats, Carlos A. González Svatetz, Arcadi Oliveres i Boadella o el actor Alberto San Juan.
· Apoyan la carta decenas de coordinadoras autonómicas de ONG de cooperación, la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, asociaciones profesionales como la Asociación Profesional Taxi, la Asociacion de Taxistas Autonomos de Catalunya y Elite Taxi.
· También firman la carta organizaciones como Amigos de la Tierra, ATTAC, SEO/BirdLife, Ecologistas en Acción y Greenpeace.
La carta está dirigida a los grupos parlamentarios a favor del tratado –PDECat, PNV, Ciudadanos y PP– y que en los próximos días tendrán que votar en el Congreso de los Diputados sobre la ratificación del Acuerdo de Comercio entre Canadá y Europa.
La carta también se envía al Partido Socialista, donde se le pide que la decisión final de su grupo parlamentario sea votar en contra del CETA. A esta petición se han sumado a través de Twitter miembros de los partidos socialdemócratas francés, inglés y canadiense solicitando al PSOE cambiar la abstención por una postura más clara de rechazo.
El texto subraya las preocupaciones crecientes sobre este tratado, reflejado en el elevado número y en la gran diversidad de personas y organizaciones firmantes.
La campaña No al TTIP, CETA y TiSA, impulsora de esta iniciativa, afirma que “la gente de Europa no quiere un tratado que solo beneficia a las grandes corporaciones y que amenaza nuestro frágil planeta y nuestros derechos fundamentales. Llamamos a los grupos parlamentarios a representar a la ciudadanía y a rechazar cualquier acuerdo que no esté al servicio del interés público”.
La carta recuerda los principales defectos del tratado y demanda:
– Un periodo de información y debate público en el que se consulte a todas las partes afectadas por el CETA.
– La democratización de los procesos de toma de decisión, tanto para el CETA como para futuros acuerdos de comercio y de inversión de la Unión Europea.
– La exclusión de cualquier mecanismo de resolución de conflictos entre estados e inversores (como el ICS en el CETA) que garantizan a las corporaciones un sistema judicial paralelo para demandar a los gobiernos.
– Garantías claras que defiendan los estándares sociales y ambientales en el CETA.
– Ningún órgano de Cooperación Reguladora que pueda someter a una revisión permanente nuestras regulaciones actuales o futuras.
– Ninguna privatización de nuestra salud, educación u otros servicios públicos.