¡OMC fuera de la agricultura!

02/12/2013 - 14:48 | VSF Justicia Alimentaria Global

La Novena Conferencia Ministerial se celebrará en Bali, Indonesia, del 3 al 6 de diciembre de 2013, tras varios años de estancamiento la conferencia se presenta como la última oportunidad para reactivar las negociaciones sobre un acuerdo comercial mundial, enmarcadas en la llamada Ronda de Doha, iniciada en 2001. La OMC intenta ahora redinamizar su actividad para que se acuerde el denominado “paquete de Bali”. Hay diez textos en la mesa relativos a los tres elementos principales del paquete: facilitación del comercio, agricultura y desarrollo para los países menos desarrollados.  

EEUU y la propia UE llevan años avanzando sigilosamente para alcanzar un acuerdo en agricultura, fue la falta de acuerdo entre países ricos y los países empobrecidos en esta materia lo que provocó el celebrado fracaso de las últimas negociaciones de la OMC.

Afortunadamente, no parece que esta nueva ronda de negociaciones vaya a cerrarse con un acuerdo. EEUU y la UE, como única concesión de la que no parecen dispuestos a moverse, han ofrecido un pacto bajo el que se levantarían las sanciones durante 4 años permitiendo a los países empobrecidos apoyar su agricultura a pequeña escala con el fin de generar reservas que garanticen la seguridad alimentaria. Esta propuesta parece no satisfacer a nadie, el ministro de comercio e industria de India ya ha manifestado su oposición a esta solución intermedia.

Imágenes de la manifestación contra la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Bali, Indonesia

El relator de Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, Olivier De Schutter, se ha dirigido a los ministros que se reunirán a partir de mañana en Bali recordándoles que “las reglas del comercio deben ser formadas en torno a las políticas de seguridad alimentaria que los países en desarrollo necesitan, en lugar de las políticas que tienen que andar de puntillas alrededor de normas de la OMC” y que, por tanto, “los países en desarrollo deben tener la libertad de usar libremente sus reservas alimentarias para asegurar la alimentación de su población “. El propio De Schutter ha asegurado que "la seguridad alimentaria está en riesgo cuando los países se vuelven demasiado dependientes de los mercados globales”.

Frente a este nuevo embate neoliberal la resistencia global de campesinos/as y de otros movimientos en defensa de la Soberanía Alimentaria y contra la lógica del libre comercio no se ha hecho esperar. La OMC entiende la agricultura y los alimentos como meras mercancías, elimina la autonomía local y los derechos de los pueblos sobre sus territorios y sus recursos naturales como las semillas, las tierras o el agua. En definitiva, favorece un sistema industrial de producción, consumo y comercio de alimentos que prioriza el beneficio de las multinacionales, el capital financiero y los mercados globales por encima de las personas, del derecho a la alimentación y del medio ambiente. La vía campesina ha estado al frente de la lucha contra la OMC desde su creación en 1995, pidiendo su salida de la agricultura. La única solución es luchar por la Soberanía Alimentaria, porque la alimentación es un derecho y no una mercancía, porque, tal y como rezaba el cartel que llevaba el agricultor coreano de LVC que se suicidó frente a la sede de la reunión ministerial de la OMC en Cancún en 2003: “La OMC asesina campesinos”.

Estamos inmersos en una era de neoliberalismo y de retirada de la regulación pública alimentaria, es una evidencia, la pregunta que nos hacemos no es, por tanto,  por qué se implementan determinadas políticas sino dónde se están decidiendo estas medidas neoliberales. Comúnmente se nos hace creer que es la OMC la que manda, rige y dicta esas sucesivas reformas, o, en el mejor de los casos, que la UE se ve obligada a implementarlas. En realidad las dos palabras claves son “obligación” y “compromiso” de la UE en la OMC. Que la OMC tiene como razón de ser la creación de un marco mundial único ideal para las transnacionales que son los únicos actores capaces de moverse en él y sacar provecho, está en sus textos fundacionales y no engaña a nadie. Si la UE forma parte de ese club, quiere decir que comparte ese objetivo, si no lo comparte simplemente debería borrar su firma del Acuerdo de Agricultura y sacar  la alimentación de la OMC.

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