Rejuveneciendo la agricultura hondureña: sembrando conocimientos, cosechando mejores oportunidades

30/10/2019 - 10:11

En Honduras, más del 60% de la población es menor de 30 años. Sin importar la zona del país, la juventud enfrenta la falta de oportunidades, la carencia de educación, la pobreza, falta de empleo digno y sufren las consecuencias del cambio climático. En el caso de la juventud rural, sus condiciones son más vulnerables, por lo que migran a la ciudad en busca de mejores condiciones de vida.

Este desplazamiento hace que el sector agrícola se torne relativamente más pequeño, lo que es preocupante cuando el 71% de productores cuentan con solo el 10% del área total cultivable del país, y generan cerca del 80% de los granos básicos (frijol y maíz) que se consumen en todo el territorio nacional. Estos agricultores y agricultoras de los cuales depende la base alimentaria hondureña ya no son jóvenes ni tienen los recursos necesarios para mantener esta capacidad de producción, lo que hace temer un incremento del número de familias hondureñas padeciendo hambre si no se reactiva la agricultura y se anima a la juventud a permanecer en el campo.

Detrás del llamado a “rejuvenecer” la agricultura hondureña, se encuentra Justicia Alimentaria, al apoyar las oportunidades que ofrece el sector agrícola a la juventud, especialmente en un país donde existen escasas posibilidades para su desarrollo. Por tal motivo, inició hace 8 años un proceso de empoderamiento y formación agroecológica a través de las “redes juveniles de agroecólogas y agroecólogos”, con el cual ha logrado devolver el encanto de la agricultura a mujeres y hombres quienes ahora estan dispuestos ahora a desarrollar sus vidas en el campo.

La Red de Jóvenes es un proceso que se desarrolla en conjunto con la Red ANAFAE, una organización que impulsa la agroecología en Honduras. Ambos han conformado una red juvenil nacional, con representaciones regionales, que aglutinan a más de 300 jóvenes de 15 de los 17 departamentos del país, a los cuales se les involucró en diferentes procesos formativos.

El trabajo junto a los y las jóvenes comenzó en las Escuelas de Promotores Voluntarios (EPV), donde no sólo se les formó en agricultura ecológica, elaboración de plaguicidas naturales y manejo de especies animales, sino que se introdujeron nuevos saberes para devolver el interés por la agricultura.

Así, se desarrollaron procesos de formación en medicina natural, género, ferias agroecológicas y se realizaron giras de intercambio para que pudiesen conocer las realidades de la juventud en otras zonas del país; a la vez que intercambiaban semillas para incorporar cultivos nuevos en sus zonas de residencia, lo que aumentó la biodiversidad.

Al finalizar los procesos de la EPV, los y las jóvenes pasaron a conformar Escuelas de Campo (ECA), donde disponen de un terreno en sus comunidades para poner en práctica lo aprendido y así seguir fortaleciendo sus conocimientos.

Como integrantes de las ECA, los y las jóvenes han comenzado con el “efecto multiplicador”, socializando los beneficios de trabajar en base al modelo de agricultura ecológica en otras comunidades y con otros jóvenes, lo cual dio sostenibilidad al proceso de conformación de redes juveniles, ya que nuevas redes se han formado gracias al esfuerzo de los mismos jóvenes, quienes replican lo aprendido y extienden las bondades de producir agroecológicamente.

Los desafíos no son pocos a la hora de rejuvenecer la agricultura en Honduras. Las políticas públicas poco favorables, un modelo de producción basado en la industrialización, la expropiación y desalojo de tierras, la vulneración de derechos humanos, la falta de acceso a servicios financieros y justicia, la carencia de voluntad de adscribirse a la “Declaración sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales”, la preccaria situación del campesinado, en general, hacen que la tarea de la Red de Jóvenes sea compleja.

No obstante, la Red apoyada por Justicia Alimentaria ofrece una oportunidad real para hacer frente a estos desafíos y limitaciones que frenan el desarrollo de la Soberanía Alimentaria, el rejuvenecimiento de la agricultura y el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible: Hambre Cero.

A través de la Red, los y las jóvenes están reclamando su espacio de participación en la agricultura y sus acciones organizadas están destinadas a llamar al Gobierno a escucharlos para promover el desarrollo del país, ya que actualmente están trabajando para convertirse en la semilla del crecimiento de los futuros productores y productoras agroecológicas de Honduras.

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“Es un gran logro para nosotros,
también lo replicamos y
compartimos, nos apoyamos
con técnicas y herramientas
que nos motivan a seguir en la
agroecología”.
Sergio, integrante de la Red Juvenil
Rescatando Nuestra Cultura Indígena
Lenca
 
“Nosotros tenemos que seguir
el cultivo de la tierra que es
la que nos da de comer. Con
estos procesos tenemos más
oportunidades y no pensamos en
migrar”.
Marlon, integrante de la Red Juvenil
Rescatando Nuestra Cultura Indígena
Lenca

 

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