Claudia Garcia es alumna del Basque Culinary Center y ha realizado su trabajo de final de grado en la delegación de Euskadi de Justicia Alimentaria
1. ¿Qué trabajo desarrollaste como final de grado?
Mi proyecto consistió en definir un modelo de negocio sostenible basado en las cadenas cortas de suministro para los comedores de los colegios públicos de la comarca de Busturialdea en Bizkaia. Para ello, analicé modelos basados en la reducción de intermediarios y el empoderamiento del primer sector tanto a nivel internacional como estatal. A continuación, hice un análisis de la comarca y de los diferentes agentes implicados. Por último, analicé el modelo de gestión actual para diseñar un modelo sostenible a nivel económico, social y ambiental teniendo en cuenta el potencial de la zona, la repercusión, así como la huella hídrica y el C02 generado por el servicio.
¿Por qué elegiste Justicia Alimentaria para realizar tu trabajo?
Elegí Justicia Alimentaria porque es una asociación que combina la alimentación con la parte más social que es la educación y la promoción de buenos hábitos para todos y todas. De esta manera pude combinar los conocimientos adquiridos en la universidad con el lado social que me aportó la asociación.
3. ¿Cómo valoras la situación de la restauración colectiva escolar en País vasco?
Tras haber estudiado el modelo de restauración colectiva escolar en el País Vasco sus carencias nutricionales, limitaciones para poder licitar empresas pequeñas, falta de transparencia… pienso que un nuevo modelo es imprescindible. El actual modelo se rige por los intereses económicos al primar el beneficio como se pudo comprobar el 14 de octubre de 2013, día en el que se interpuso una denuncia en el registro de la Autoridad Vasca a 7 empresas por haber acordado precios durante 12 años. Mientras se siga viendo la gestión de los comedores como un modelo de negocio en vez de una herramienta para el desarrollo rural de la zona la situación no mejorará. Al igual que en otras zonas de España como ocurre en Canarias, Cataluña, Valencia o Navarra pequeñas iniciativas de ecocatering están gestionando los comedores públicos, pienso que en Euskadi debe suceder lo mismo.
4. ¿Cómo te imaginas el futuro de los comedores escolares?
Nos encontramos en un momento clave en el País Vasco en el avance hacia un nuevo modelo de alimentación escolar. La enmienda de transacción del 24 de octubre de 2019, firmada por todos los partidos políticos, significó un antes y un después en esta lucha. Aceptando la caducidad de la Orden de marzo de 2000, capacitando a los centros a recuperar las cocinas y posibilitando el diálogo con la comunidad educativa en la búsqueda de un modelo descentralizado. El cambio ha empezado y es cuestión de tiempo que empresas pequeñas con iniciativas basadas en la sostenibilidad puedan gestionar los comedores de los colegios. Las licitaciones deberán regirse por varios condicionantes el precio no será el único factor que se tendrá en consideración: la procedencia, el método de cultivo y la inclusión de las mujeres son algunos de los factores que se incluirán en los nuevos pliegos. La inclusión de todos los agentes en la toma de decisiones el sector productivo el equipo educativo, el equipo de cocina y el sector público entre otros para que juntos/as convirtamos el actual servicio de “restauración” en un espacio integral e integrador a través del desarrollo rural de la zona. Por último, se reforzarán las funciones pedagógicas para que el espacio de comedor sea una extensión de la educación del alumnado.
4. ¿Cómo valoras tu experiencia en esta organización?
Mi experiencia ha sido muy positiva, me llevo nuevos conocimientos acerca de la gestión de proyectos con un fuerte valor social, nuevas formas de comunicación horizontales además de un equipo humano impresionante. Este tiempo en la organización me ha permitido entender cómo es el trabajo que se desarrolla en una ONG, tipos de hitos que deben cumplir, métricas para medir sus objetivos, así como las diferentes líneas de trabajo que tienen.
5. ¿Y tu futuro por dónde pretendes orientarlo?
Tras esta pasantía me he dado cuenta de que quiero poner al servicio de los demás el conocimiento adquirido estos cuatro años de carrera y dedicarlos a la cooperación al desarrollo. Para ello seguiré colaborando con Justicia Alimentaria y formándome en diferentes cursos para tener una visión más global acerca de las ONGS y el trabajo que desarrollan. Más adelante, me gustaría hacer un máster basado en el trabajo de campo en los países del Sur y así en un futuro gestionar proyectos sociales en pro de la soberanía alimentaria.