Plataforma Rural llama al mundo rural a la huelga general el 14 de noviembre
El mundo rural, y particularmente él que sostiene un modelo de agricultura familiar, está sufriendo desde hace décadas los ataques de las políticas neoliberales europeas y estatales, que le están poniendo al borde de la asfixia. La actual crisis y las medidas antisociales e injustas que están tomando los gobiernos a nivel nacional como regional con escusa de ella empeoran todavía más la situación de los hombres y mujeres que intentan vivir del campo, los pequeños agricultores y agricultoras que mantienen un medio rural vivo.
Los recortes en los servicios públicos, que se nos presentan como inevitables cuando en realidad forman parte de la estrategia de desmantelamiento de lo público, se hacen más duros si cabe en las zonas poco pobladas. El acceso a la educación, la sanidad, la justicia y cualquier servicio público en general es ya de por sí más complejo en poblaciones pequeñas y dispersas, y lo será más todavía con las actuales políticas de ajuste que atacan en su esencia a estos servicios. Una situación de clara injusticia.
Más allá de la muy grave situación en la que quedarán los servicios públicos, uno de los mayores logros de la sociedad española en las últimas décadas que estamos perdiendo a una velocidad vertiginosa, se hace cada vez más evidente que la orientación de las políticas del gobierno no es la adecuada para salir de la crisis. El paro no cesa de aumentar, cada vez hay más personas empujadas a la pobreza, los desahucios alcanzan niveles insoportables, la reducción de libertades, de derechos a colectivos determinados y de la protección ambiental es la tendencia legislativa. Esta crisis, que es mucho más que meramente económica, es la oportunidad para redistribuir las riquezas en vez de concentrarlas todavía más en muy pocas manos, y para fomentar actividades en beneficio del conjunto de la sociedad y respetuosas con el medio ambiente.
Precisamente la agricultura familiar y de pequeña escala forma parte de la solución, como garante de un modelo de producción de calidad y cercana a los consumidores, integrada en su entorno y creadora de puesto de trabajo. En vez de esto, el gobierno fomenta una producción industrializada orientada a los mercados internacionales y prioriza los intereses de las multinacionales, poniendo todavía más en peligro a miles de pequeñas explotaciones agrarias, a este modelo social de agricultura necesario para construir soberanía alimentaria.
Por todo ello, Plataforma Rural hace un llamamiento a todas las personas del mundo rural a participar en la jornada de huelga general y ciudadana. El descontento se puede expresar de diversas maneras, desde no acudir a su puesto de trabajo, no abrir su negocio, no ir a comprar, intentar minimizar el uso de electricidad, boicotear la banca, colaborar en la difusión de la huelga, acudir a las manifetaciones, etc.