En la lengua quechua, ayni se refiere al concepto de ayuda mutua y de reciprocidad entre las personas de las comunidades montañosas andinas. Por eso, cuando hablamos de ayni, nos referimos a la cooperación entre los miembros de una comunidad, ya sea en sus tareas particulares cuando necesitan ayuda, en las labores agrícolas, en la construcción de viviendas o en otras necesidades. La ley del ayni establece que todo en el mundo está conectado y representa una forma de relacionarse desde los cuidados.
Cada año, las autoridades del Consejo de Gobierno de la Nación Originaria Yampara organizan sus tareas productivas de cosecha y poscosecha de forma comunitaria, con la práctica del ayni, para que toda la comunidad trabaje de forma conjunta en cada parcela familiar y así el trabajo se haga más llevadero. La trilla del trigo, por ejemplo, también se trabaja de forma comunitaria. Para desgranar las espigas de un modo más rápido y eficiente, se disponen los caballos de toda la comunidad. En agradecimiento a la ayuda recibida, la familia organiza una comida que se comparte con los demás. Así pues, durante el ayni, además de ayudar, se baila, se come y se bebe. Según las creencias ancestrales, el ayni y el trabajo comunitario deben hacerse con alegría para que la Pachamama no se resienta, es por esto que el trabajo se acaba convirtiendo en un momento festivo.
Las prácticas ancestrales de los pueblos indígenas se están reforzando más que nunca por la presencia de la COVID-19 en dichos territorios. El pueblo Yampara, concretamente, ha reorganizado el trabajo comunal basándose en estas prácticas de trabajo colaborativo. Si algo se ha aprendido de este virus, es que vivimos en un mundo interconectado en el que no vale el individualismo, y que el hecho de cooperar nos hace más fuertes. También se ha puesto en evidencia el hecho de vivir en un entorno desconectado de los cuidados y, en definitiva, de la vida. Tenemos otra oportunidad de repensar las sociedades y poner en valor aquello realmente importante para la vida de las personas.
Como organización, llevamos cinco años trabajando junto al Consejo de Ayllus y Markas Yampara Suyu (COAMYS), la organización matriz de la nación Yampara, en el municipio Tarabuco del departamento de Chuquisaca, con acciones que han partido del reconocimiento y fortalecimiento de su propio modelo de desarrollo basado en el buen vivir (sumak kawsay) y desarrollando año a año sus iniciativas productivas y de transformación de alimentos.
