Más empleo pero menos dinero. ¿Quién gana?

02/02/2016 - 16:14

El salario básico propuesto en Guatemala alcanzará sólo para cubrir 16 días del mes las necesidades alimentarias básicas

El 31 de diciembre pasado, el Presidente en transición de Guatemala Alejandro Maldonado Aguirre[1] aprobó un decreto que ha levantado espinas y activado las alarmas en varios sectores. Volvió la arremetida de manera furtiva. Mientras la población (que puede) celebraba el cambio de año, se publicaba en el diario oficial, el decreto de salarios mínimos diferenciados para el año 2016. Tan espinoso es el asunto que el Vice Ministro de Trabajo quedó sustituido al negarse a firmar el acuerdo.

Se trata, desde la argumentación del ejecutivo, de una medida para estimular la inversión en los 4 municipios piloto escogidos para su aplicación. Con un salario menor, fijado por decreto, al mínimo nacional, se pretendía atraer la inversión y así garantizar nuevas fuentes de trabajo. Los lugares “favorecidos” están ubicados en el corredor seco; allí la agricultura es casi imposible por la falta de agua y la pobreza de los suelos. Las fuentes de empleo son, efectivamente, muy escasas. 

Para las organizaciones sindicales, campesinas y sociales, la ecuación no es tan simple. En primer lugar varias empresas y megaempresas nacionales y multinacionales han solicitado su registro en la SAT (Superintendencia de Administración Tributaria) como maquilas; no solamente para reducir su carga tributaria sino también para pagar salarios menores (el salario diferenciado está dirigido a los sectores de exportación y de maquila). Cuando empezamos a notar que empresas como Monsanto (semillas), Aceites Ideal (palma africana), Foremost (leche) o Disagro (fertilizantes) cambian su régimen tributario al inscribirse como “empresas manufactureras” y además así poder aprovechar el decreto de “salario diferenciado”; estas empresas reciben dinero del estado a través de los diferentes programas que abastecen (canastas solidarias, meriendas escolares, entrega de fertilizantes al campesinado…). No sorprenderá por tanto, ver cómo la “prometedora” medida de estímulo a la inversión se expandirá a otros territorios del país. Por tanto, se implantarán más empresas sí, pero se precarizará el empleo, también. De acuerdo a las estimaciones económicas del país y el costo de la canasta básica, el salario propuesto alcanzaría para cubrir durante 16 días del mes las necesidades alimentarias.

Responde el salario mínimo diferenciado a la lógica de desarrollo que se ha venido extendiendo en el país. Por un lado, sobre explotación de los recursos naturales, explotación de la mano de obra y el máximo beneficio, una lógica que descapitaliza desde todos los ángulos. Ante esa situación, claramente las capas más afectadas serán nuevamente las mujeres. Si ellas no reciben ahora el salario mínimo, menos recibirán a partir de ese decreto. Se mantendrán ocupadas las capas obreras pero éstas no tendrán acceso a una alimentación adecuada y menos a educación, vivienda, salud y ocio.

Se suma con ello un tema a la lucha por los derechos del campesinado, los derechos de las mujeres, los derechos de la Madre Tierra, la Soberanía Alimentaria, el derecho a un salario digno. La Corte de Constitucionalidad, cedió ante la presión de algunos sectores y dictó una suspensión temporal al decreto, la presión deberá mantenerse para lograr la derogación.

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Beatriz Barrientos

Coordinadora Regional de VSF Justicia Alimentaria Global en Centroamérica




[1] Tras la prematura salida de la Presidencia de Otto Pérez Molina acusado de corrupción, Alejandro Maldonado Aguirre, un magistrado conocido por sus posturas ultraderechistas se hizo cargo de la Presidencia durante 3 meses. . 

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