La nueva Era no libera al pueblo Maya de la oligarquía

20/12/2012 - 12:29 | VSF Justicia Alimentaria Global en Guatemala

Mucho se ha hablado del fin del mundo según la cultura Maya, el tema ha ocupado infinidad de líneas en las redes sociales, blogs, incluso en noticieros de la prensa internacional. Sin embargo, poco se sabe sobre esta Cultura, su situación y sus reivindicaciones.

Ni el despliegue oficial de reconocimiento a la sabiduría Maya que ha suscitado el Oxlajuj Baktun en todo el mundo, ha conseguido, para los herederos de la reconocida cultura, la aprobación de la Ley de Desarrollo Rural Integral (Ley 4084), un hito que garantizaría una mejora sustancial en sus condiciones de vida.

La concepción del tiempo maya es cíclica e infinita. Su calendario es vigesimal: veinte días es un jun winal, 260 días es un año tun, 20 años un k’atun, y 400 años un b’aktun. Trece b’aktunes de 400 años suman 5.200 años, y estos constituyen una era del tiempo. Mañana 21 de diciembre finaliza la cuarta era a partir de la cuarta creación, entendemos que representa un momento crucial según los mayas ya que significa el comienzo de una nueva era.

 

 

 

 

En los últimos dos meses del año la mencionada ley ha estado más cerca que nunca de ser aprobada. Su aprobación hubiera supuesto un importante impulso al desarrollo del campo, un desarrollo global, integral y sostenible que hubiera repercutido en una importante mejora de las condiciones de vida de quienes dependen de las actividades agrícolas. 

Por desgracia, la oligarquía consideraba "apresurada" la aprobación de esta ley  (el campesinado lleva tratando de sacarla adelante más de diez años) y el Congreso Nacional le ha dado carpetazo, cosa que resulta sorpredente si tenemos en cuenta que el mismo organismo ,hace casi tres años, la declaraba  “urgencia nacional”.

La Ley impulsada por el campesinado pretendía trasformar esos aspectos para dar oportunidad de salir de la pobreza extrema en que se encuentra el sector y reducir el grado de conflictividad agrario que en el país alcanza niveles más que preocupantes. El 30 de noviembre el Congreso cerró su período ordinario de trabajo, puede convocar a dos sesiones más extraordinarias en el 2012. Que la Ley se apruebe en este período es casi imposible.

Parece claro que las fuerzas son desiguales. Por un lado están quiénes responden a los intereses del Agronegocio que nunca han estado interesados en modificaciones de fondo y en cambio han defendido a capa y espada el Status Quo del agro guatemalteco, por otro los campesinos y campesinas para los que la tierra y el campo es su modo de vida. 

La oligarquía guatemalteca es, como suele suceder en los países empobrecidos, representante de la clase dominante que ha conseguido ese estatus a base del despojo de tierras al campesinado, de sus territorios a las poblaciones originarias y de la explotación de su fuerza de trabajo. Las mujeres son las grandes víctimas de esa explotación. La brecha que existe entre ricos y pobres en un país tan polarizado como es Guatemala se profundiza cuando los pobres son además Mayas y campesinos/as. El último eslabón de la cadena lo constituyen las mujeres Mayas rurales pobres.

 

Cierra entonces el Baktun esta Era sin haber logrado ese esperado cambio. En la nueva Era las y los campesinos, los pueblos indígenas de Guatemala y en especial sus mujeres seguirán demandando esta y otras leyes que les permitan vivir una vida digna. La transformación del modelo de desarrollo impuesto y fundado en la explotación debe ser revisado; la explotación de los recursos humanos y de los naturales no puede continuar sin tener en cuenta las graves consecuencias que para el país entero puede acarrear.

El 21 de diciembre podría significar una oportunidad histórica para la reconciliación, ojalá no se hubiera usado solamente como un atractivo turístico y folklórico, sino como una fuente de reflexión, acercamiento y justicia.

Territorio: