Esta semana los contratos de futuros del arroz subieron más del permitido por la Junta de Comercio de la Bolsa de Chicago, lugar donde se especula y fija el precio de los alimentos.
La prensa económica achaca esta enorme burbuja a la escasez previsible de arroz debido a los daños por inundaciones producidos en los cultivos en el sureste de Asia y que han impulsado las perspectivas de las exportaciones de EE UU.
Pero no nos engañemos, no se trata tan solo de fenómenos meteorológicos, sino de la inmoral práctica de especulación que se está realizando sobre los alimentos básicos, por parte de agronegocios, fondos de pensiones, y banca, también española por cierto. Hemos de recordar que a principios de este año el precio del trigo según la FAO subió un 78%, cuando por el contrario se trata de una de las cosechas más importantes de la historia y no hubo fenómenos meteorológicos donde excusarse.
Es conocido además que el 80% de los movimientos en esas bolsas dedicadas a invertir en alimentos son meramente especulativos.
Ahora hemos de preguntarnos, cuántos miles de nuevos hambrientos creará esta previsible tormenta en los precios del arroz que ya se está fraguando.
¿Para cuándo una ley en España que prohíba la especulación alimentaria? ¿O no interesa.