En los días previos a la celebración del IV Foro Contra el Hambre de América Latina y El Caribe el “Frente Parlamentario por la Soberanía Productiva y Alimentaria para Vivir Bien” junto a las principales organizaciones indígenas originarias campesinas de Bolivia han organizado esta cumbre alternativa sobre el modelo de producción de alimentos y con un especial énfasis en la denuncia al agronegocio como responsable de la destrucción de los ciclos productivos de las comunidades campesinas y de la importante degradación medioambiental.
“Los efectos negativos del medio ambiente y el cambio climático los genera el sistema capitalista y las grandes transnacionales”, se trata de una de las principales conclusiones de la mesa: “Saber Alimentarse para Vivir Bien” en la que participaron más de un centenar de pequeños productores campesinos y campesinas.
Este debate tiene lugar en una coyuntura delicada en Bolivia, algunos sectores del gobierno están apostando por un pacto con la agroindustria de Santa Cruz, agroexportadora y líder de la producción de soja transgénica en el continente. En medio de estas grandes contradicciones, que alejan una vez más las políticas de gobierno de los sectores campesinos e indígenas, (que son su principal base social), la Cumbre por la Soberanía Alimentaria les recuerda que “las comunidades y familias indígenas originarias campesinas son el sujeto principal para el logro de la Soberanía alimentaria y el Vivir Bien”.
Recordemos que en Bolivia, han sido las principales organizaciones campesinas e indígenas las protagonistas del ciclo más importante de transformaciones políticas, sociales, económicas y culturales, que surgieron con una escalada de movilizaciones sociales en el 2002, y encuentran su punto cúspide con la aprobación de una nueva Constitución Política del Estado el 2009, y hoy son responsables no solo del desarrollo legislativo y normativo; sino y sobre todo de permitirle al presidente Evo Morales superar estas contradicciones, más allá del Estado y de poder.
Las organizaciones ratificaron la necesidad de que el Estado fomente las formas de producción campesinas “a través de políticas públicas y estratégicas el desarrollo de tecnología propia a partir del conocimiento de los productores, para que sean sujetos de apoyo financiero, logístico y equipamiento en Centros de Investigación Locales, a fin de que se pueda producir en el país bio-insumos como abonos y plaguicidas orgánicos. Con el propósito de eliminar la dependencia de productos agroquímicos tóxicos que ingresan al país, rechazando el uso de transgénicos y agro tóxicos asociados a ellos, con el fin de dejar de ser dependientes de las grandes transnacionales”.
Tal como decía Jairo Rubio, representante de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC – Vía Campesina de la Región Andina, en el discurso de apertura de la cumbre, la movilización y reflexión constante en el movimiento campesino, sin perder la capacidad de auto crítica a los procesos revolucionarios gestados en Latinoamérica es de crucial importancia. Por eso, desde VSF Justicia Alimentaria Global en Bolivia nos hemos sumado a las voces de los campesinos y campesinas, y estamos trabajando para promover éstos debates con el movimiento campesino de Bolivia y América Latina.
En la imagen: La presidenta de la Cámara de Diputados, Betty Tejada, clausuró la Cumbre por la Soberanía Productiva y Alimentaria para Vivir Bien