Mozambique es un país en el que el 80% de la población vive de la agricultura y produce el 75% de los alimentos que consume. Lamentablemente, la presencia de empresas extranjeras en el país pone en riesgo de manera exponencial el acceso a alimentos de la población local, pues la instalación de estas transnacionales se da a costa del desplazamiento de las comunidades campesinas, que se quedan sin tierra y suelen convertirse en empleados de la compañía con ínfimos salarios.
Esto precisamente es lo que se pretende con el proyecto Prosavana: el gobierno brasileño y el sector privado están colaborando con Japón para impulsar un proyecto de agronegocio a gran escala en el norte de Mozambique. El proyecto, llamado ProSavana, hará que 14 millones de hectáreas de tierra se conviertan en disponibles para las empresas agroindustriales de Brasil para producir soja, maíz y otros cultivos que serán exportados por las multinacionales japonesas.
"El proyecto hará que 14 millones de hectáreas de tierra se conviertan en disponibles para las empresas agroindustriales de Brasil para producir soja, maíz y otros cultivos que serán exportados"
La población Mozambiqueña ya ha sido víctima de estas prácticas en otras zonas del país. En un año, más de cinco millones de hectáreas fueron cedidas a empresas nacionales y extranjeras en Mozambique, en la mayoría de los casos para plantar jatrofa, una planta que es usada para producir agrocombustibles (el ‘biodiesel’ que encontramos en muchas de nuestras gasolineras). Ver campaña Paren, aquí vive gente
La zona de Mozambique que se encuentra ahora en el punto de mira es la conocida como el Corredor de Nacala, hogar de millones de familias campesinas que están en riesgo de perder sus tierras en el proceso. El Corredor de Nacala se extiende a lo largo de una línea de ferrocarril que va desde el puerto de Nacala, en la provincia de Nampula, en los dos distritos del norte de la provincia de Zambezia y termina en Lichinga, en la provincia de Niassa. Es la región más densamente poblada del país. Con sus suelos fértiles y las precipitaciones consistentes y generosas, millones de pequeños agricultores trabajan estas tierras para producir alimentos para sus familias y para los mercados locales y regionales.
"las encuestas realizadas por el Instituto Nacional de investigación de Mozambique muestran claramente que casi toda la tierra agrícola en la zona está siendo utilizada por las comunidades locales".
Pero ahora ProSavana propone que estas mismas tierras estén disponibles para que los japoneses y brasileños construyan grandes granjas industriales para producir a bajo coste para la exportación. A través de ProSavana, tienen la intención de transformar el Corredor de Nacala en una versión africana del cerrado brasileño, donde las tierras de sabana fueron convertidas en grandes plantaciones soja y la caña de azúcar. Un gran número de inversionistas brasileños han estado examinando las tierras en el norte de Mozambique en el marco del proyecto ProSavana. La empresa GV Agro, una filial de la Fundación Getulio Vargas de Brasil dirigida por el ex ministro de Agricultura, Roberto Rodríguez, está coordinando a los inversionistas brasileños. Charles Hefner, de GV Agro, insiste en que ProSavana se dirige a las "zonas abandonadas", donde "no se practica la agricultura ". "Mozambique tiene una superficie enorme para la agricultura", dijo Hefner. "Hay espacio para mega proyectos de 30-40.000 hectáreas sin grandes impactos sociales".
"La Unión Nacional de Campesinos advierte que el proyecto va a generar conflictos por la falta de tierras, agitación social, pobreza, corrupción y la destrucción del medio ambiente".
Sin embargo, las encuestas realizadas por el Instituto Nacional de investigación de Mozambique muestran claramente que casi toda la tierra agrícola en la zona está siendo utilizada por las comunidades locales. "No es cierto que hay tierras abandonadas en el Corredor de Nacala ", dice Jacinto Mafalacusser, investigador en el Instituto de Investigação Agraria de Mozambique (IIAM). Los campesinos de la zona también dicen que no hay espacio para grandes explotaciones. El 11 de octubre de 2012, los líderes locales de la Unión Nacional de Campesinos (UNAC) se reunieron en la ciudad de Nampula a discutir el proyecto ProSavana. En una declaración durante la reunión, los líderes UNAC locales dicen que "están muy preocupados ya que ProSavana requiere de millones de hectáreas de tierra a lo largo del corredor Nacala, cuando la realidad local muestra que estas grandes extensiones de tierra no están disponibles y son utilizados actualmente por el campesinado. La declaración condena "cualquier iniciativa que tenga como objetivo reubicar a las comunidades y expropiar las tierras de los campesinos para ceder paso a los mega proyectos agrícolas para la producción de monocultivo". También denuncia "la llegada en masa de campesinos brasileños para establecer agronegocios y convertir al campesinado mozambiqueño en empleados y trabajadores rurales ". Esta ha sido la primera ocasión en la que los líderes y lideresas campesinas de las zonas afectadas por el proyecto ProSavana se han reunido para hablar de ello, y para muchos, era la primera vez que se había recibido ninguna información sobre la magnitud del conflicto. "El gobierno nos invitó a participar en un par de reuniones que consistieron en una presentación del proyecto sin posibilidad de formular preguntas", dice Gregorio A. Abudo, el Presidente de la União das Provincial Cooperativas de Nampula. "Queremos transparencia. Queremos saber los detalles." Los gobiernos de Mozambique, Brasil y Japón están ideando un Plan Maestro para el proyecto ProSavana y su intención es finalizar en julio de 2013.
La Unión Nacional de Campesinos advierte que el proyecto va a generar conflictos por la falta de tierras, agitación social, pobreza, corrupción y la destrucción del medio ambiente. Según la UNAC, si va a haber inversión en el Corredor de Nacala, o en Mozambique, en general, debe ser a favor del desarrollo de la agricultura campesina y la economía campesina. Este es el único tipo de cultivo capaz de crear medios de vida dignos y duraderos, de frenar el éxodo rural y lograr una producción de alimentos de alta calidad en cantidades suficientes para la nación mozambiqueña entera.