El presidente ejecutivo de uno de los mayores bancos de Alemania, DZ BANK, hablaba ayer a favor de la regulación de los mercados de productos agrícolas después de anunciar la retirada de los fondos que especulaban con materia prima alimentaria.
BZ Bank se suma a la lista de bancos europeos que se han pronunciado después de recibir la presión de la ciudadanía, anunciando la retirada de sus productos especulativos con materias primas básicas para la alimentación humana.
Lamentablemente NO es el caso del Banc Sabadell, que a pesar de la campaña Banca Bajo Control, en la que se denuncia la existencia de un fondo de inversión, BS COMMODITIES, que apuesta por el alza de los precios del maíz, el trigo la soja, provocando una subida artificial del precio del grano básico, tan siquiera se ha pronunciado ni ha habido respuesta alguna a las demandas que se explicitan en la campaña.
¿Será que las cúpulas directivas de los bancos se han percatado de la destrucción que provoca la especulación alimentaria en los mercados de los países más empobrecidos? O se tratará de una curada medida para sanear las relaciones públicas de las entidades? Sea como sea, es evidente que el mensaje está llegando, y hay una respuesta positiva.
Noticias como esta nos demuestran que si la gente se mueve, las cosas pueden cambiar, y no es tarde para formar parte de este cambio. Así que no dejaremos de mover fichas para acercarnos a un sistema alimentario más justo para la población: La alimentación NO es una mercancía, es un derecho humano básico y exigimos que esté fuera de los mercados financieros especulativos.
Ahora nos toca estar atentas a las negociaciones europeas que tendrán lugar el próximo mes de junio relativas a la regulación de la especulación con alimentos en Europa. A pesar de las mejoras realizadas desde el primer borrados publicadas el pasado 2011, quedan lagunas importantes que hay que abordar si queremos que con la nueva legislación se restrinja el juego con los alimentos.