Honduras

En Honduras, el tránsito de dictaduras militares a un sistema democrático ha sido lento y difícil. La interpretación de la democracia aún no parece clara y persisten formas verticales de alternarse el gobierno entre los dos partidos mayoritarios (liberales y conservadores). El 28 de junio de 2009, el Presidente Manuel Zelaya fue derrocado con un Golpe de Estado liderado por Roberto Micheletti. Tras unas elecciones polémicas, el conservador Porfirio Lobo asumió la Presidencia el 27 de enero de 2010.

El campo hondureño.
En el plano agrario, las políticas orientadas a la exportación promueven el establecimiento del monocultivo agroindustrial (palma y agrocombustible) y el acaparamiento de tierras. Los Tratados de Libre Comercio (TLC) fomentan las importaciones de materias primas que inundan los mercados locales asfixiando la producción campesina. Si a esto le sumamos la preocupante carencia de políticas públicas que apoyen a las pequeñas explotaciones campesinas, y el contexto de crisis económica que empuja a los jóvenes rurales a emigrar a las ciudades en busca de oportunidades, el resultado deja vacío el campo. Estos obstáculos incapacitan a la agricultura hondureña a producir los alimentos demandados por su población, y esta situación ha agravado los niveles de inseguridad alimentaria en el país.

Agricultura agroecológica como herramienta política.
En Justicia Alimentaria creemos en la importancia de impulsar la agroecología como modelo productivo sostenible, viable para la pequeña agricultura y que rompe con el patrón de la dependencia de insumos y lucha contra el establecimiento del agronegocio como modelo agrícola. Por eso apoyamos a las organizaciones campesinas hondureñas en el desarrollo de este modelo. ¿Cómo lo hacemos? Con la creación y fortalecimiento de las Escuelas de Campo, con formaciones en agricultura sostenible y manejo del agua, talleres de formación, e intercambios de experiencias agroecológicas. 

Agroindustria y Estado: aliados contra el campesinado.
El acaparamiento de tierras para la producción intensiva de palma africana, caña de azúcar o jatropha para convertirlas en agro combustible está a la orden del día en Honduras. También el establecimiento de megaproyectos de energía, minería a cielo abierto, o el impulso de las “Ciudades Modelo”.

Esta situación perjudica gravemente a las comunidades campesinas, que son expulsadas de sus tierras y de sus procesos productivos sin oportunidades legales en las que ampararse. La posición de VSF es la de apoyar a las organizaciones campesinas en Honduras que, junto con los movimientos sociales, están trabajando una propuesta de Reforma Agraria Integral (RAI) para mantener a debate el conflicto agrario y la violación de los derechos humanos de campesinos y campesinas, el problema de la crisis alimentaria y energética y sus efectos en la población, así como la denuncia del acaparamiento de tierras, y poner freno a las concesiones mineras e hidroeléctricas.