Cuba se enfrenta a importantes desafíos a medio plazo y el sector agropecuario es un reflejo de esta situación. Mejorar y aumentar la producción de alimentos resulta estratégico para el país y es en ese marco que se definen las acciones de VSF. Cuba importa el 80% de los alimentos para el consumo interno, sin embargo 3,6 de un total de 6,6 hectáreas de tierras estatales no se utilizan.
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Revolución Verde vs Soberanía Alimentaria
El modelo de agricultura cubano es débil en todas sus etapas: medios de producción, distribución, transformación y comercialización. Ante esta situación se baraja en el país la posibilidad de implementación de la Revolución Verde, que implicaría la tecnificación del campo y la apuesta por cultivos intensivos. Esta opción es bien acogida por varios sectores bajo la premisa de aumento sustancial de la productividad, pero la falta de insumos desmonta la idea de Revolución Verde, y da paso a valorar experiencias alternativas. Organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales están involucrándose en el debate, y desde VSF en Cuba estamos apoyando la construcción de un módulo de Soberanía Alimentaria como herramienta de formación y debate político. La red de educadores populares y el centro Martin Luther King son parte de esta iniciativa aportando desde lo metodológico a lo político.
Avances desde lo local
En VSF creemos en la viabilidad de un modelo productivo sostenible y respetuoso con el medioambiente en Cuba. Se trata de un proceso complejo, sobre todo por su carácter alternativo al modelo productivo imperante cubano vinculado a la revolución verde, pero la experiencia nos demuestra que es posible.
Trabajamos apoyando a las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), que funcionan como núcleos productivos. Con este modelo hemos contribuido a aumentar los ingresos y mejorar el acceso a alimentos de los cooperativistas y sus familias. ¿Cómo? Mediante la extensión de las parcelas dedicadas al autoconsumo, reforestación de parcelas libres, diversificación con producciones agrícolas y la crianza de animales autóctonos, así como las crianzas de traspatio. Los dos productos de autoconsumo principales y las 12 fincas agrícolas consolidadas garantizan el suministro de productos agrícolas a la población local, así como a los cooperativistas a precios preferenciales, también se entregan productos a las escuelas, centros de ancianos y hospitales de la localidad, en su objetivo de trabajo social.
